Lectura del día: 23 de Mayo de 2019 




Primera Lectura : Hch 15,7-21

Tras una larga discusión, se levantó Pedro y les dijo:
-Hermanos, vosotros sabéis que, desde los primeros tiempos, Dios me eligió a mí de entre vosotros para que los paganos oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, otorgándoles el Espíritu Santo como a nosotros. Sin hacer diferencia entre ellos y nosotros, purificó sus corazones con la fe. ¿Por qué queréis ahora poner a prueba a Dios, tratando de imponer a los discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? Nosotros, en cambio, creemos que nos salvamos por la gracia de Jesús, el Señor; y ellos, exactamente igual.
Toda la multitud guardó silencio, y escuchaba a Bernabé y a Pablo contar las señales y prodigios que Dios había hecho entre los paganos por medio de ellos.
Cuando acabaron de hablar, tomó la palabra Santiago y dijo:
-Hermanos, escuchadme: Simón ha explicado cómo Dios, desde el principio, escogió de entre los paganos un pueblo consagrado a su nombre. Esto concuerda con las palabras de los profetas, pues está escrito:
Después de esto volveré
y restauraré la tienda de David,
que estaba destruida.
Repararé sus ruinas
y la volveré a levantar,
para que el resto de los hombres
busque al Señor,
junto con todas las naciones
sobre las que se ha invocado mi nombre.
Así lo dice el Señor
que realizó estas cosas,
anunciadas desde antiguo.
Por eso, yo pienso que no hay que crear dificultades a los paganos que se convierten. Es suficiente escribirles que se abstengan de toda contaminación con la idolatría, de matrimonios ilegales, de comer animales estrangulados y de la sangre. Ya que desde siempre la ley de Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores, que la leen en las sinagogas todos los sábados.

Salmo : Sal 95,1-3.10

Cantad al Señor un cantar nuevo,
que toda la tierra cante al Señor.
Cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su salvación.
Publicad su gloria entre las naciones,
sus maravillas entre todos los pueblos.
Decid a las naciones: «¡El Señor es rey!».
El afianzó el universo, y está inconmovible;
él gobierna a los pueblos con rectitud.

Evangelio : Jn 15,9-11

Como el Padre me ama a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi amor. Pero sólo permaneceréis en mi amor, si obedecéis mis mandamientos, lo mismo que yo he observado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he dicho todo esto para que participéis en mi gozo, y vuestro gozo sea completo.

 
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