Lectura del día: 10 de Enero de 2022 




Primera Lectura : 1 Sm 1,1-8

Había un hombre, natural de Ramá, un sufita de las montañas de Efraín, que se llamaba Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Eliú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Feniná. Feniná tenía hijos, pero Ana no los tenía.
Este hombre subía todos los años desde su pueblo a adorar y ofrecer sacrificios al Señor todopoderoso en Siló, donde los hijos de Elí, Jofní y Pinjás, eran sacerdotes del Señor. Llegado el día que le correspondía, Elcaná ofrecía el sacrificio y daba a su mujer Feniná, y a todos sus hijos e hijas, sus porciones; a Ana le daba sólo una, y eso que él prefería a Ana; pero el Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba para humillarla, porque el Señor la había hecho estéril. Y así año tras año, cada vez que subían al santuario del Señor, la insultaba del mismo modo. Una vez Ana se puso a llorar y no quería comer. Entonces su marido Elcaná le dijo:
?Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué estás triste? ¿No valgo yo para ti más que diez hijos?


Salmo : Sal 115,12-14.17-19

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Ofreceré la copa por la salvación, invocando su nombre.
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo el pueblo.
Te ofreceré un sacrificio de acción de gracias
invocando tu nombre;
cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo el pueblo,
en los atrios de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén.


Evangelio : Mc 1,14-20

Después del arresto de Juan, Jesús se fue a Galilea, proclamando la buena noticia de Dios. Decía:
-El plazo se ha cumplido. El reino de Dios está llegando. Conviértanse y crean en el evangelio.
Pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que estaban echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo:
-Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres.
Ellos dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan. Estaban en la barca reparando las redes. Jesús los llamó también; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con sus trabajadores, se fueron con él.

 
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