Lectura del día: 17 de Febrero de 2023 




Primera Lectura : Gn 11,1-9

Toda la tierra hablaba una misma lengua y usaba las mismas palabras. Al emigrar los hombres desde oriente, encontraron una llanura en la región de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros:
-Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego.
Emplearon ladrillos en lugar de piedras y brea en lugar de mezcla; y dijeron:
-Vamos a edificar una ciudad y una torre cuya cumbre llegue hasta el cielo; así nos haremos famosos y no nos dispersaremos sobre la superficie de la tierra.
Pero el Señor bajó para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban edificando, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan una misma lengua; y éste es sólo el principio de sus obras; nada de lo que se propongan les resultará imposible. Voy a bajar a confundir su idioma para que no se entiendan más unos con otros».
De este modo, el Señor los dispersó de allí por toda la tierra y dejaron de construir la ciudad. Por eso se llamó Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de todos los habitantes de la tierra, y desde allí los dispersó por toda su superficie.


Salmo : Sal 32,10-15

El Señor desbarata los planes de las naciones,
deshace los proyectos de los pueblos,
pero el plan del Señor se mantiene por siempre,
los proyectos de su mente, por todas las generaciones.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que se eligió como herencia.
Desde los cielos mira el Señor, y ve a todos los hombres;
desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra:
El modeló sus corazones y comprende todas sus acciones.


Evangelio : Mc 8,34 - 9,1

Después Jesús reunió a la gente y a sus discípulos, y les dijo:
-Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mí y por la buena noticia, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a uno ganar todo el mundo, si pierde su vida? ¿Qué puede dar uno a cambio de su vida? Pues si uno se avergüenza de mí y de mi mensaje en medio de esta generación infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Y añadió:
-Les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto antes que el reino de Dios ha llegado ya con fuerza.


 
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