Lectura del día: 27 de Enero de 2022 




Primera Lectura : 2 Sm 7,18-19.24-29

Entonces el rey David se presentó ante el Señor y le dijo:
?¿Quién soy yo, mi Dios y Señor; y qué méritos tiene mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí? Y por si fuera poco, mi Dios y Señor, también te has referido a la descendencia de tu siervo para un futuro lejano, mientras dure la humanidad, mi Dios y Señor. Has consolidado a tu pueblo Israel y lo has hecho tu pueblo para siempre, y tú, Señor, te has convertido en su Dios. Y ahora, mi Dios y Señor, mantén firme para siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su dinastía, cumpliendo lo que has dicho. Que tu nombre sea glorificado por siempre; que siempre se proclame: «El Señor todopoderoso es el Dios de Israel». Y que la dinastía de tu siervo David se mantenga estable ante ti, ya que tú, Señor todopoderoso, Dios de Israel, has hecho esta revelación a tu siervo: «Yo te daré una dinastía». Por eso tu siervo se ha atrevido a hacerte esta súplica. Sí, mi Dios y Señor, tú eres Dios, y tus palabras son verdaderas. Ya que has hecho a tu siervo esta gran promesa, dígnate bendecir su dinastía para que permanezca siempre en tu presencia. Porque eres tú, mi Dios y Señor, el que has hablado, y gracias a tu bendición será bendita para siempre la dinastía de tu siervo.


Salmo : Sal 131,1-5.11-14

Señor, tenle en cuenta a David todos sus esfuerzos.
El hizo al Señor este juramento,
esta promesa al Fuerte de Jacob:
«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré a mi cama para descansar,
no daré sueño a mis ojos, ni reposo a mis párpados,
mientras no encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob».
El Señor hizo a David un juramento,
una promesa de la que no se retractará:
«A un descendiente tuyo colocaré en tu trono.
Si tus hijos guardan mi alianza
y los decretos que les he enseñado,
también sus hijos se sentarán sobre tu trono para siempre».
Pues el Señor ha elegido a Sión,
ha querido vivir en ella:
«Este será el lugar de mi reposo para siempre, aquí quiero habitar.


Evangelio : Mc 4,21-25

Les decía también:
?¿Acaso se trae la lámpara para cubrirla con una vasija de barro o ponerla debajo de la cama? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a conocerse. ¡Quien tenga oídos para oír, que oiga!
Les decía además:
?Pongan atención a lo que están escuchando. Con la medida con que ustedes midan, Dios los medirá, y todavía más. Pues al que tenga se le dará, y al que no tenga se le quitará incluso lo que tiene.


 
© La Casa de la Biblia. Todos los derechos reservados