Lectura del día: 19 de Enero de 2022 




Primera Lectura : 1 Sm 17,32-33.37.40-51

David dijo a Saúl:
?Que nadie se desanime a causa de ese filisteo. Tu siervo irá a pelear con él.
Saúl le respondió:
?Tú no puedes ir a pelear con ese filisteo, porque eres un muchacho, mientras que él es un guerrero desde su juventud.
Pero David le dijo:
?El Señor, que me ha librado de las garras del león y de las zarpas del oso, me librará de las manos de ese filisteo.
Entonces Saúl le dijo:
?¡Vete, y que el Señor te ayude!
Y se lo quitó de encima. Tomó luego su bastón, eligió en el torrente cinco piedras pulidas, las metió en su morral y se dirigió hacia el filisteo con la honda en la mano. El filisteo se iba acercando poco a poco a David y su escudero iba delante. Al ver a David, se burló de él, porque era joven, rubio y de buena presencia. El filisteo dijo a David:
?¿Es que soy un perro, para que vengas contra mí con un bastón?
Y maldijo a David invocando a sus dioses.
Después lo desafió:
?Acércate, que yo daré tus carnes a las aves del cielo y a las fieras del campo.
David le respondió:
?Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina; pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado. Hoy mismo te entregará el Señor en mi poder, te mataré y te cortaré la cabeza. Y hoy mismo daré tu cadáver y los cadáveres del ejército filisteo como alimento a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. Toda la tierra sabrá que Israel tiene un Dios. Y toda esa multitud aprenderá que el Señor no salva con espada ni con lanza; pues él es Señor de la guerra y los entregará en nuestro poder.
Cuando el filisteo se dispuso a avanzar contra David, éste salió corriendo a su encuentro, metió la mano en el morral y tomó una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente. La piedra se le clavó en la frente y cayó de bruces en tierra. Así, con la honda y la piedra, venció David al filisteo. Lo mató de un golpe, sin empuñar la espada. David fue corriendo hasta donde estaba el filisteo, le sacó la espada de la vaina, lo remató y le cortó la cabeza. Los filisteos, al ver muerto a su héroe, huyeron.


Salmo : Sal 143,1.2.9-10

Bendito sea el Señor, mi Roca,
que prepara mis manos para la batalla,
mis dedos para el combate;
mi aliado fiel y mi defensa, mi fortaleza y mi salvador,
el que me protege y pone bajo mi dominio a los pueblos.
Te cantaré, oh Dios, un canto nuevo,
para ti tocaré el arpa de diez cuerdas.
Tú que das la victoria a los reyes,
tú que salvas a tu siervo David,
líbrame de la espada cruel.

Evangelio : Mc 3,1-6

Entró de nuevo en la sinagoga y había allí un hombre que tenía la mano atrofiada. Lo estaban acechando para ver si lo sanaba en sábado, y tener así un motivo para acusarlo. Jesús dijo entonces al hombre de la mano atrofiada:
-Levántate y ponte ahí en medio.
Y a ellos les preguntó:
-¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal; salvar una vida o destruirla?
Ellos permanecieron callados.
Mirándolos con indignación y entristecido por la dureza de su corazón, dijo al hombre:
-Extiende la mano.
El la extendió, y su mano quedó restablecida.
En cuanto salieron, los fariseos se pusieron de acuerdo con los herodianos para planear el modo de acabar con él.


 
© La Casa de la Biblia. Todos los derechos reservados