Lectura
del día: 21 de Julio de 2024
¡Ay de los pastores que extravían y dispersan el rebaño de mis pastizales! Oráculo del Señor. Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que pastorean a mi pueblo: Ustedes han dispersado mi rebaño, lo han ahuyentado sin ocuparse de él. Pero yo me voy a ocupar ahora de ustedes, oráculo del Señor, y castigaré sus malas acciones. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países por donde las dispersé y las traeré a sus praderas, donde crecerán y se multiplicarán. Pondré al cuidado de ellas pastores que las apacentarán; no temerán más ni se espantarán, ni volverá a faltar ninguna. Oráculo del Señor.
He aquí que vienen días,
oráculo del Señor,
en que yo suscitaré a David
un retoño legítimo,
que reinará con sabiduría,
que practicará el derecho
y la justicia en esta tierra.
En sus días se salvará Judá,
e Israel vivirá en paz.
Y lo llamarán así:
«El Señor nuestra salvación».
El Señor es mi pastor, nada me falta.
En prados de hierba fresca me hace descansar,
me conduce junto a aguas tranquilas, y renueva mis fuerzas.
Me guía por la senda del bien, haciendo honor a su nombre.
Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré,
porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad.
Me preparas un banquete para envidia de mis adversarios,
perfumas con ungüento mi cabeza y mi copa está llena.
Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi vida;
y habitaré por siempre en la casa del Señor.
Ahora, en cambio, en Cristo Jesús y gracias a su muerte, los que antes estaban lejos, han sido acercados. Porque Cristo es nuestra paz. El ha hecho de los dos pueblos uno solo, destruyendo el muro de enemistad que los separaba. El ha anulado en su propia carne la ley con sus preceptos y sus normas. El ha creado en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad, restableciendo la paz. El ha reconciliado a los dos pueblos con Dios uniéndolos en un solo cuerpo por medio de la cruz y destruyendo la enemistad. Su venida ha traído la buena noticia de la paz: paz para ustedes los de lejos y paz también para los de cerca; porque gracias a él unos y otros, unidos en un solo Espíritu, tenemos acceso al Padre.
Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. El les dijo:
?Vengan ustedes solos a un lugar deshabitado, para descansar un poco.
Porque eran tantos los que iban y venían, que no tenían ni tiempo para comer.
Se fueron, pues, en la barca, ellos solos, a un lugar deshabitado. Pero los vieron alejarse y muchos, al reconocerlos, fueron allá por tierra desde todos los pueblos, llegando incluso antes que ellos. Al desembarcar, vio Jesús un gran gentío, sintió compasión de ellos, pues eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
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