Lectura
del día: 4 de Julio de 2024
Amasías, sacerdote de Betel, mandó a decir a Jeroboán, rey de Israel:
?Amós está conspirando contra ti en medio del pueblo de Israel; el país no puede ya soportar todas sus palabras. Porque así dice Amós: «Jeroboán morirá a espada e Israel será deportado lejos de su tierra».
YAmasías dijo a Amós:
?Vete, vidente, márchate a Judá; gánate la vida profetizando allí. Pero no sigas profetizando en Betel, porque es el santuario del rey y el templo del reino.
Amós le respondió:
?Yo no era profeta ni discípulo de profeta, sino que me dedicaba a cuidar el ganado y cultivar higueras. Pero el Señor me tomó y me ordenó que dejara el rebaño diciéndome: «Vete y profetiza a mi pueblo Israel».
Y ahora escucha la palabra del Señor. Tú dices: «No profetices contra Israel, no pronuncies oráculos contra la descendencia de Isaac». Pues bien, así dice el Señor: Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos y tus hijas morirán a espada, y tu tierra será puesta a remate; tú mismo morirás en una tierra impura, e Israel será deportado lejos de su tierra.
La ley del Señor es perfecta: da consuelo al hombre;
el mandato del Señor es verdadero: da sabiduría al ignorante;
los preceptos del Señor son rectos: dan alegría al corazón;
el mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos.
El temor del Señor es puro: permanece para siempre;
los juicios del Señor son verdad: todos justos por igual;
son preferibles al oro, al oro más fino;
son más dulces que la miel, más que el jugo del panal.
Subiendo a la barca, Jesús cruzó el lago y fue a su propia ciudad. Entonces le trajeron un paralítico tendido en una camilla. Jesús, viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
-Animo, hijo, tus pecados te quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley decían para sí: «Este blasfema».
Jesús, dándose cuenta de lo que pensaban, les dijo:
-¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados quedan perdonados; o decir: Levántate y camina? Pues ahora sabrán que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados.
Entonces se dirigió al paralítico y le dijo:
-Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El se levantó y se fue a su casa. Al verlo, la gente se llenó de temor y daba gloria a Dios por haber dado tal poder a los hombres.
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