Lectura
del día: 30 de Abril de 2024
Por entonces llegaron de Antioquía de Pisidia y de Iconio algunos judíos que se ganaron a la gente. Apedrearon a Pablo y, pensando que estaba muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad. Pero, cuando sus discípulos lo rodearon, él se levantó y entró en la ciudad. Al día siguiente salió hacia Derbe con Bernabé.
Después de anunciar el evangelio en Derbe y hacer bastantes discípulos, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, confortando a su paso los ánimos de los discípulos y exhortándolos a permanecer firmes en la fe. Les decían:
-Tenemos que pasar muchas tribulaciones para poder entrar en el reino de Dios.
Designaron responsables en cada iglesia y, después de orar y ayunar, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. Después atravesaron Pisidia, llegaron a Panfilia, y, después de predicar la palabra en Perge, bajaron a Atalía.
De allí regresaron por mar a Antioquía de Siria donde habían sido encomendados a la protección de Dios para la misión que acababan de realizar. Al llegar, reunieron a la comunidad y contaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y cómo había abierto a los paganos la puerta de la fe. Pablo y Bernabé permanecieron allí bastante tiempo con los discípulos.
Que tus obras te den gracias, Señor,
y que tus fieles te bendigan;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas,
dando a conocer a los hombres tus hazañas,
la gloria y el esplendor de tu reinado.
Tu reinado es eterno,
tu gobierno dura por todas las edades.
El Señor es fiel a todas sus palabras,
leal en todas sus acciones.
¡Que mi boca alabe al Señor!
¡Que todo viviente bendiga su santo nombre,
ahora y por siempre jamás!
Os dejo la paz, os doy mi propia paz. Una paz que el mundo no os puede dar. No os inquietéis ni tengáis miedo. Ya habéis oído lo que dije: «Me voy, pero volveré a vosotros». Si de verdad me amáis, deberíais alegraros de que me vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, porque se acerca el príncipe de este mundo. Y aunque no tiene ningún poder sobre mí, tiene que ser así para demostrar al mundo que amo al Padre y que cumplo fielmente la misión que me encomendó.
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