Lectura
del día: 20 de Febrero de 2023
Toda sabiduría viene del Señor
y está con él por siempre.
¿Quién puede contar la arena de los mares,
las gotas de la lluvia y los días de la eternidad?
¿Quién puede medir la altura de los cielos,
la anchura de la tierra, el abismo y la sabiduría?
Antes de todo fue creada la sabiduría,
la inteligente prudencia, desde la eternidad.
¿A quién fue revelada la raíz de la sabiduría?
¿Quién conoce sus posibilidades?
Sólo hay uno sabio y muy temible:
el Señor que se sienta en su trono;
él fue quien creó la sabiduría, la vio, la midió
y la derramó sobre todas sus obras,
sobre todos los vivientes como don suyo;
fue él quien se la brindó a los que lo aman.
El Señor es rey; está vestido de esplendor;
el Señor, está vestido y rodeado de poder;
firme e inconmovible está la tierra.
Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.
Tus mandamientos son inmutables, Señor,
la santidad adorna tu templo por años sin fin.
Cuando llegaron adonde estaban los otros discípulos, vieron mucha gente alrededor y a unos maestros de la ley discutiendo con ellos. Toda la gente, al verlo, quedó sorprendida y corrió a saludarlo. Jesús les preguntó:
-¿De qué están discutiendo con ellos?
Uno de entre la gente le contestó:
-Maestro, te he traído a mi hijo, pues tiene un espíritu que lo ha dejado mudo. Cada vez que se apodera de él, lo tira por tierra, le sale espuma por la boca, le rechinan los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron hacerlo.
Jesús les contestó:
-¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar entre ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo.
Se lo trajeron y, en cuanto el espíritu vio a Jesús, sacudió violentamente al muchacho, que cayó por tierra y se revolcaba arrojando espuma por la boca.
Entonces Jesús preguntó al padre:
-¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?
El padre contestó:
-Desde pequeño. Y muchas veces lo ha tirado al fuego y al agua para acabar con él. Si puedes hacer algo, compadécete de nosotros y ayúdanos.
Jesús le dijo:
-¿Qué es eso de «si puedes»? Todo es posible para el que tiene fe.
El padre del niño gritó al instante:
-¡Creo, pero ayúdame a tener más fe!
Jesús, viendo que se aglomeraba la gente, mandó salir al espíritu impuro, diciéndole:
-Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas y no vuelvas a entrar en él.
Y el espíritu salió dando gritos sacudiendo violentamente al niño que quedó como muerto, de forma que muchos creían que había muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso de pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron en privado:
-¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?
Les contestó:
-Esta clase de demonios no puede ser expulsada sino con la oración.
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