Lectura del día: 9 de Febrero de 2023 




Primera Lectura : Gn 2,18-25

Después el Señor Dios pensó: «No es bueno que el hombre esté solo; voy a proporcionarle una ayuda adecuada». Entonces el Señor Dios formó de la tierra toda clase de animales del campo y aves del cielo, y se los presentó al hombre para ver cómo los iba a llamar, porque todos los seres vivos llevarían el nombre que él les diera. Y el hombre fue poniendo nombre a todos los ganados, a todas las aves del cielo y a todas las bestias salvajes, pero no encontró una ayuda adecuada para sí. Entonces el Señor Dios hizo caer al hombre en un profundo sueño, y mientras dormía le sacó una costilla y llenó el hueco con carne. Después, de la costilla que había sacado al hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. Entonces éste exclamó:
Ahora sí;
ésta es hueso de mis huesos
y carne de mi carne;
por eso se llamará ?mujer?,
porque ha sido sacada del varón.
Por esta razón deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos se hacen uno solo.
Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no sentían vergüenza el uno del otro.


Salmo : Sal 127,1-5

Dichoso el que respeta al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del trabajo de tus manos, serás afortunado y feliz.
Tu esposa será como una vid fecunda dentro de tu casa;
tus hijos, como brotes de olivo en torno a tu mesa.
Así será bendecido el hombre que respeta al Señor:
¡Qué el Señor te bendiga desde Sión!
¡Qué veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida!


Evangelio : Mc 7,24-30

Salió de allí y se fue al territorio de Tiro y Sidón. Entró en una casa, y no quería que nadie lo supiera, pero no logró pasar inadvertido. Una mujer, cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él, e inmediatamente vino y se postró a sus pies. La mujer era pagana y sirofenicia de origen. Le suplicaba que expulsara de su hija al demonio.
Jesús le dijo:
-Deja que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos.
Ella le respondió:
-Es cierto, Señor, pero también los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños.
Entonces Jesús le contestó:
-Vete, por lo que has dicho, el demonio ha salido de tu hija.
Al llegar a su casa, encontró a la niña acostada en la cama; el demonio ya había salido de ella.


 
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