Lectura del día: 18 de Mayo de 2019 




Primera Lectura : Hch 13,44-52

El sábado siguiente casi toda la ciudad se congregó para escuchar la palabra del Señor. Los judíos, al ver la multitud, se llenaron de envidia, y se pusieron a rebatir con insultos las palabras de Pablo. Entonces, Pablo y Bernabé dijeron con toda valentía:
-A vosotros había que anunciaros antes que a nadie la palabra de Dios, pero puesto que la rechazáis y vosotros mismos no os consideráis dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Pues así nos lo mandó el Señor:
Te he puesto como luz de las naciones,
para que lleves la salvación
hasta los confines de la tierra.
Los paganos, al oír esto, se alegraban y recibían con alabanzas el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se difundió por toda aquella región. Los judíos, sin embargo, sublevaron a las mujeres distinguidas que adoraban al verdadero Dios, y a los principales de la ciudad, promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio. Ellos, en señal de protesta, se sacudieron el polvo de los pies y se fueron a Iconio. Los discípulos, por su parte, estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.

Salmo : Sal 97,1-4

Cantad al Señor un cantar nuevo,
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.
El Señor hace pública su victoria,
a la vista de las naciones revela su salvación,
ha recordado su amor y su fidelidad hacia Israel.
Todos los confines de la tierra
han visto la victoria de nuestro Dios.
¡Aclamad al Señor, habitantes de toda la tierra
estallad de gozo, exultad, tocad!

Evangelio : Jn 14,7-14

Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Desde ahora lo conocéis, pues ya lo habéis visto.
Entonces Felipe le dijo:
-Señor, muéstranos al Padre; eso nos basta.
Jesús le contestó:
-Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y aún no me conoces, Felipe? El que me ve a mí, ve al Padre. ¿Cómo me pides que os muestre al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que os digo no son palabras mías. Es el Padre, que vive en mí, el que está realizando su obra. Debéis creerme cuando afirmo que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no creéis en mis palabras, creed al menos en las obras que hago. Os aseguro que el que cree en mí, hará también las obras que yo hago, e incluso otras mayores, porque yo me voy al Padre. En efecto, cualquier cosa que pidáis en mi nombre, os la concederé, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Os concederé todo lo que pidáis en mi nombre.

 
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